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sábado, 21 de marzo de 2020

«Vamos de casa en casa a pecho descubierto y nos aterra contagiar el virus a los mayores»

Una auxiliar acompaña a una mujer mayor al baño de su casa. /REUTERS
Una auxiliar acompaña a una mujer mayor al baño de su casa. / REUTERS

Las trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio advierten de que es «una locura» atender sin protección a población de riesgo

Jorge F. Mendiola
JORGE F. MENDIOLA

Las trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) han dado la voz de alarma. Cada día recorren cuatro o cinco casas para atender a otros tantos usuarios, principalmente personas mayores y dependientes. Lo hacen sin más protección que la que han podido conseguir, por lo que exigen al Ayuntamiento y a la empresa concesionaria que les proporcionen el material básico que necesitan para evitar contagios por coronavirus.
«Vamos de casa en casa a pecho descubierto y ya hay varias auxiliares que han tenido que ponerse en cuarentena por positivos de usuarios. Es una locura», denuncian las delegadas de prevención del comité de seguridad y salud del SAD donostiarra. Con una plantilla de unas 420 personas y alrededor de 1.500 usuarios, este colectivo mayoritariamente femenino supone «un riesgo importante de contagio» en esta crisis sanitaria, tanto para las personas a las que ayudan como para sí mismas.
«Nos han dado unas pautas de actuación, pero no el material adecuado para ponerlas en práctica. Solo tenemos mascarillas para los casos de usuarios que presentan patologías respiratorias o utilizan respiradores artificiales. Tampoco nos dan guantes y el poco equipo de protección del que disponemos lo tenemos que repartir con cuentagotas para que no se acabe. La situación es caótica. Estamos desbordadas», advierten.
Tal es su estado de inquietud que algunas trabajadoras han conseguido «por su cuenta» geles, mascarillas y otros elementos de protección. «Los profesionales que prestamos este servicio somos muy responsables, pero nos aterra contagiar al usuario, a su familia o a la nuestra. Nos sentimos totalmente desprotegidas y la inseguridad y el malestar van en aumento. Falta información y los recursos de que disponemos no están adaptados a las pautas que nos dan», señalan.
Las delegadas de prevención del comité de seguridad y salud del SAD aseguran que los protocolos contra el Covid-19 «no están claros». «Este es un grave problema sanitario, pero como el servicio se presta en los domicilios y no en un centro es invisible, parece que no existe. Estamos realmente preocupadas», subrayan.

Cifras

1.500
donostiarras son usuarios del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) que presta el Ayuntamiento a través de una empresa concesionaria y que atiende a personas mayores y dependientes.
420
personas trabajan en el Servicio de Ayuda a Domicilio. Cada auxiliar acude a diario a entre cuatro y cinco viviendas particulares y ofrece al usuario ayuda para vestirse, asearse, alimentarse, tomar la medicación y otras necesidades básicas.
458.010
horas de atención del SAD recibieron los usuarios en 2019, cifra que supone un incremento de un 4,37% respecto al año anterior.
90%
de las personas que prestan este servicio público de carácter social son mujeres.
Ante la pandemia de Covid-19 y al ser población de riesgo por su edad, muchos usuarios han optado por cancelar las visitas de las auxiliares del servicio, una circunstancia que según el sindicato CC OO «tendrá consecuencias laborales» para las afectadas. También para los propios receptores de la ayuda. Hay que recordar que entre las tareas que desempeñan las trabajadoras se incluyen compra y preparación de alimentos, lavado y planchado de ropa, limpieza de la vivienda, aseo personal, ayuda para levantarse, acostarse e incorporarse del asiento, ayuda en el vestir y en el comer o control y seguimiento de la toma de medicación.
Para tratar de aclarar la situación y solucionar el problema, han enviado un escrito a los responsables del departamento de Acción Social, quienes al igual que la empresa adjudicataria ya han sido informados de las quejas y demandas del SAD.

Acción Social busca material

Desde el Ayuntamiento explican que se trabaja «desde hace dos semanas» para dar al servicio la cobertura preventiva que precisa. El problema es que se están topando con la escasez de material que afecta a toda la atención sanitaria. «Estamos intentando conseguir encontrar mascarillas por tierra, mar y aire. Por fortuna, los guantes de caño largo llegarán pronto», anuncia la concejala Ai-tziber San Román.
La delegada jeltzale apunta que «no estamos parados y desde el inicio de la crisis disponemos de un protocolo específico para el SAD diseñado por Osakidetza, cuyos consejos y criterios se están siguiendo de manera escrupulosa». Ayer mismo, la empresa que presta el servicio recibió unas píldoras formativas que deberá transmitir a las auxiliares, en las que se les enseña cómo y cuándo ponerse y quitarse el equipo de protección individual. «Es muy importante que el material sea bien utilizado, porque si no no sirve de nada ponerse mascarilla y guantes», apunta.
San Román se muestra comprensiva con la preocupación de las trabajadoras. «El miedo es el miedo, pero que sepan que hacemos lo imposible por que llegue el material que necesitan».

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