El Estado de Bienestar Social
debe servir para intervenir y proveer a las personas más vulnerables de una
ayuda para cubrir sus necesidades básicas, no para crear una desigualdad social
y de explotación capitalista laboral. La raíz de las desigualdades sufridas a
nivel legislativo proviene de la discriminación que padecen las profesiones en
el ámbito social, asociado al servilismo de una clase a otra, y atribuido
siempre a las mujeres.
Las mujeres somos manipuladas y
servimos a la sociedad en general para solventar las necesidades sociales y de
atención, derivadas a un Estado de
Bienestar.
A.SA.D.E.,
como Sindicato y como Asociación, ARRATS
ELKARTEA, ASOCIACION DE MUJERES SEPARADAS DE GIPUZKOA,
PLAZANDREOK, EHBILDU, ELKARTU, BIDEZ BIDE, denunciamos públicamente la arbitrariedad utilizada con
las mujeres para conseguir fines llamados “de índole social”.
Y nos explicamos: Cuando los
fines son manipulados tanto por las leyes como por la ignorancia de las
personas que las ejecutan, se llega al término de la explotación pura y dura.
Las mujeres somos manipuladas con
las leyes y por las leyes, por hombres y por mujeres, por empresas
(personalidad jurídica) y por personas (empleadoras físicas), sirviendo de
solución para contribuir a llenar las
arcas del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, para ayudar a que otras
mujeres concilien su vida profesional y para resolver las necesidades de la Ley
de Dependencia.
Y si, estamos hablando de las
empleadas de hogar y de las cuidadoras profesionales y no profesionales. La
arbitrariedad con la que se redactan las leyes, las normas, los decretos,
inciden directamente en la mayor lacra que sufren las mujeres, además de la
violencia machista.
No se debe ni se puede
discriminar a las mujeres dotándolas de leyes que dicen regular su situación
laboral, con salarios de miseria, jornadas interminables y toda una ristra de
desigualdades laborales que terminan convirtiéndolas en mujeres pobres, sin
futuro , sin jubilación y que terminan igualmente solicitando ayuda a los
servicios sociales para cubrir sus propias necesidades básicas.
Solicitamos ante el Gobierno Vasco y Gobierno Español que a las mujeres que efectúan el trabajo de
cuidados se les reconozca como una profesión altamente cualificada , y se
establezca su situación laboral a la par de cualquier otra profesión vinculada
con los derechos laborales mínimos establecidos tanto en el Estatuto de los
Trabajadores, como en los Convenios Estatales y/o provinciales, con una
cotización contemplada dentro del Régimen General de la Seguridad Social y el
derecho a la prestación de desempleo, tal como lo contempla la OIT, que
promueve el trabajo decente y digno para todas las personas trabajadoras , sin
desigualdades salariales.